La doctora Adriana Berezán, presidente de la Asociación de Defensores de Oficio, dijo en Informativo Sarandí que para acceder a una consulta con un abogado de oficio hay esperas de hasta un mes y medio o dos meses, e incluso tres en algunas áreas. “No somos suficientes, nos supera”, reconoció, aunque aseguró que todos los que lo necesiten van a acceder.
La doctora Adriana Berezán, presidente de la Asociación de Defensores de Oficio, dijo en Informativo Sarandí que para acceder a una consulta con un abogado de oficio hay esperas de hasta un mes y medio o dos meses, e incluso tres en algunas áreas. “No somos suficientes, nos supera”, reconoció, aunque aseguró que todos los que lo necesiten van a acceder.
La última estadística disponible, dijo Berezán, es de hace dos años y allí se pudo ver que los 280 defensores públicos atendieron -en todas las materias- a 370.000 personas en un año. No todos son casos, son personas, aclaró, pero recalcó que la demanda es elevada y la capacidad de cumplir con todo se reduce.
“La Defensoría de Familia de Montevideo está absolutamente desbordada”, agregó la letrada. Un abogado que defiende a una persona, al mismo tiempo es contraparte en otro caso y también debe hacer procuración y quizá subrogar a un colega, enumeró, y puso como ejemplo el caso de una colega que iba corriendo por la calle para cumplir con todas sus tareas, pero no recordaba a dónde debía dirigirse.
Consultada sobre la relación que tiene la Asociación que preside con los políticos y los parlamentarios, enfatizó: “Todo vamo’arriba, ‘ustedes son fantásticos, el día que me toque me defiendo con ustedes’. Pero a la hora de los recursos hablamos de otra cosa”.
“La defensa pública es la garantía del acceso a la Justicia, lleva a la construcción de ciudadanía y eso fortalece la democracia”, resumió Berezán.
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