“Estamos para garantizar a la gente el acceso a la justicia”, dijo la doctora Adriana Berezan, presidenta de la Asociación de Defensores Públicos del Uruguay.
En conversación con Visión Nocturna, Berezan explicó que “en planilla somos 214 o 215. (…) No somos uno cada 100.000 habitantes, cuando la media en la región es de 2 a 3 cada 100.000 habitantes”.
Consultada sobre si la cifra es suficiente, comentó que “el gran problema que estamos teniendo es una organización que ya no está acompañando las nuevas legislaciones”.
La presidenta de los defensores de oficio señaló que si bien por un lado en Uruguay hubo un aumento en la protección de derechos, no ha existido un acompañamiento de esa nueva realidad desde su función.
Berezan recordó que el rol del defensor público de oficio no existe en todo el mundo sino que es casi “específicamente latinoamericano” e incluso es probable que “originalmente uruguayo”. Además hizo referencia a que Pedro Figari fue el primer defensor de oficio en nuestro país.
Por otra parte marcó la importancia de que la sociedad “se empodere” del nuevo Código del Proceso Penal (CPP), pues con su aplicación el funcionamiento de la justicia “cambia radicalmente”.
Otra característica que destacó es el hecho de que pase a haber una instancia pública, con la presencia de las distintas partes implicadas, incluso con público. Salvo excepciones, “todos van a escuchar todo lo que se diga”, dijo la abogada.
Más adelante se refirió a que si bien los defensores están “mal pagos”, tienen “orgullo de ser funcionarios públicos y judiciales” y que las críticas les generan “una gran motivación por ser dignos”.